Los mallos pequeños

Por Fernando Orús.

En estos años, los llamados mallos Pequeños sirvieron en muchas ocasiones de territorio de preparación y prueba para las grandes rutas del Firé y del Pisón, consiguiéndose escaladas de especial interés como las vías Edil  (Rabada-Cintero, 1957) o la Villarig (Ursi-Falo, 1963) en la Aguja Roja ,  la Oeste del Cored (Montaner, Diaz, Lacasta y Molina, 1955)o la vía Lisbona  (Exposito- Ascaso, 1972) en el centro de la mismamuralla y gran aventura en formato reducido. 

Otras rutas de menor dificultad son las vías abiertas por Villarig en la cara SE del Colorado (Villarig-Urcina, 1971 y Villarig-Morandeira, 1972)  y la vía “Bartola”  ( Porta-Bartolome, 1973). Estas escaladas históricas han sido reequipadas en tiempos recientes, y cambiadas de nombre por los reequipadores sin mucho criterio. Son hoy día una de las mejores zonas de iniciación de los mallos, con vías muy agradables y frecuentadas.

En el macizo de los Fils, existen igualmente pequeñas joyas de la época, como las vía de los Diedros a la peña D. Justo (Rabada-Navarro) o la de la Risa (Rabadá-Navarro-Ursi) la más difícil del sector.

Años 70,  vías nuevas y repetición de las más difíciles 

Los escaladores de los años 70 realizaron el lógico relevo generacional dando continuidad a la apasionante aventura de la escalada en Riglos. Repetirían todas las escaladas de la generación anterior y abrirían una colección de vías nuevas, escalando las chimeneas y espolones todavía vírgenes. Rafael Fuertes “Rafita” abrió una nueva ruta en la cara norte del Circo de los Mallos (vía Fuertes-Faguas, 1970), escalada típicamente riglera, difícil, expuesta y hasta hoy poco repetida que recorre una fisura en los sombríos precipicios  norte del collado del Pisón. Un año más tarde Jesús Ascaso y Pedro Expósito abrirían junto con Pablo Alcay la Chimenea Noroeste o vía “Chus”, una profunda canal que separa el Macizo de la que después sería la pared de los Castellanos. En ese mismo año de 1971 la cordada Pablo Alcay, Jesús Monzón “Chisco” y Jesús Ascaso abrirían otra gran ruta, la José Antonio Sanz, en el mallo Sin nombre, dedicado desde entonces a Melchor Frechin, veterano escalador de Riglos. Va por la cara sureste del mallo siguiendo la directriz de una fisura abierta entre dos vagos pilares. Salieron de la pared rapelando hasta la Vª Chimenea desde un hombro superior de la muralla, perseguidos por una violenta tormenta. En el curso de la segunda ascensión, días más tarde, ValentínAsensio y Fernando Orús alcanzarían la cima escalando desde el hombro en dos largos particularmente aéreos y difíciles. Hace unos años la vía se reequipó con paraboles, corrigiendo en algunas zonas el itinerario original en busca de mejor roca, lo que si bien ha dotado al mallo de una vía mucho más asequible y al gusto “deportivo” actual, ha desnaturalizado sustancialmente esta magnifica aventura de escalada clásica de los 70.     

Tres grandes retos quedaban por resolver en los Mallos: el Espolón Norte Integral del Pisón,La Visera y el Filo del Cuchillo

El Espolón Norte de Pisón se eleva desde su base en un impresionante extraplomo de 150 m de rocas rojizas que inspiro una ruta ideal para enlazar con la vía abierta en 1958 por Anglada y Guillamón, proyecto que de forma espontánea paso a conocerse como “la Directa a la Anglada”. Fue subido en 1975 por Fernando Orús, Valentín Asensio, Ambrosio García y Alfonso del Corral, escalando en libre el primer gran extraplomo riglero, posible gracias a los característicos “bolos” que tanto juego darían en los años siguientes en extraordinarias escaladas. 

La otra gran muralla virgen era la de la Visera, una pared que como su nombre sugiere presenta un tremendo extraplomo continuo y sobrecogedor.Tras unos primeros intentos de la cordada Porta-Abenia, siguiendo una sucesión escalonada de fisuras, la vía la concluyeron Javier Olivar y Antonio Sánchez “Mosquito” en 1976, llamándola vía Mosquitos. Eshoy una de las escaladas más bonitas y repetidas de los Mallos por su incomparable ambiente abismal en su nivel de dificultad y pionera de este paraíso del 7º grado riglero actual. 

La cordada Jesús Ascaso y Pedro Expósito, una de las más activas en la historia de la escalada de Riglos, realizarían en 1975 una vía nueva en el Cuchillo por el espolón afilado en el que convergen las caras S.E y S.O. del mallo: el Filo del Cuchillo, vía extraplomada, aérea y muy estética, conseguida con un tenaz trabajo de buriles que en seguida se convirtió en vía clásica. Paralela a la misma, en 1991 el popular escalador de Riglos Toño Carasol y su compañero Josema abrirían una dificilísima ruta paralela con el estilo “free” de los años 90, la vía “Filomatic”, cotada en 7a/7b, que por coincidir en algunos largos con la clásica del Filo parece que ha despersonalizado algo la vía clásica.

Este mismo año de 1975 se hizo una vía nueva al Puro, la vía “Cintero”, escalando el mallo por su cara este o interior. La realizan Ambrosio García-Izquierdo, Valentín Asensio y Lalo Prado, quienes la dedican a Ángel López “Cintero” como homenaje a su gran amigo y conquistador del mallo en 1953. Se ha reequipado recientemente y se escala desde entonces con cierta frecuencia, una vez resuelto el problema principal de la vía, la dificultad de clavar en estos muros de extraplomos entrecortados y la consiguiente inseguridad.

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