Por Fernando Orús.
Los Pioneros. La época de las Cimas (1929-1958)
La primera escalada al mallo Firé la realizaron en 1942 Ernesto Mallefré, Francisco Blasi y Juan Bou, siguiendo desde el collado norte la ruta de Arlaud hasta una zona herbosa al pie de las puntas principales del mallo por esta vertiente, escalando después una chimenea y unos muros verticales hasta la cima de la punta principal del Firé, que denominaron punta de los Catalanes, nombre que se cambió por el de punta Mallafré en homenaje montañero a su muerte.
Durante los años siguientes la escalada en Riglos se centró fundamentalmente en la ascensión de todas las cimas principales de los mallos por varias cordadas, principalmente lideradas por Jorge Panyella y Ángel Serón, a quienes siguieron una completa generación de escaladores aragoneses y catalanes.
Jorge Panyella, el popular Pany, escaló el Pisón junto con Peire y Mugia en 1946, siguiendo una ruta desde el collado que une este mallo con el Macizo, un conjunto de murallas adosadas al monte situadas a su espalda. Inauguraron así una de las escaladas más bonitas de los Mallos: la Normal del Pisón. El Collado del Pisón lo alcanzaron por una original ruta seguida después en contadas ocasiones. Desde el monte ganaron las murallas sur del Macizo que se precipitan sobre el pueblo mismo, y bajaron en rapel por una canal abierta en las mismas, la canal del “Clavijón”, hasta unas fajas herbosas por las que cruzaron hasta el Collado.
Pany volvió a escalar el Pisón unos meses después con Alberto Casasallas Haus, pero esta vez subiendo desde el pie del mallo por la profunda grieta-chimenea que perfila la cara sur, realizando una magnifica escalada hoy clásica entre las clásicas de Riglos: la Pany-Haus del Pisón.
Ángel Serón y sus compañeros subieron en esos años las demás puntas principales del Firé, confirmando un recorrido hoy clásico e interesante: la Travesía de las Cinco Puntas del Firé, posible en sentido Norte-Sur o en el contrario Sur-Norte. En 1947 Serón escaló la Aguja Roja, la reina de los llamados mallos Pequeños y la Peña D. Justo, en el macizo de los Fils . El nombre de esta peña es un sencillo homenaje montañero a Justo Garasa, alcalde del pueblo y una especie de mecenas de la escalada en Riglos que acogía con gusto a los escaladores en su casa y en su pajar. El propio Serón escaló la Peña Sola, en el cercano macizo de los mallos de Agüero, realizando el primer sexto grado en Aragón, además de varios mallos en Riglos de menor entidad.
Al final de esta época “de las Cimas” se sumarían en protagonismo un nutrido colectivo de jóvenes reunidos en el ”GEMA”, grupo de escalada del club Montañeros de Aragón y liderados por Alberto Rabada “el Edil”. Ellos escribirían algunas de las mejores páginas de la escalada española de los años 50 y 60.
En 1953 y tras varias tentativas, algunas de ellas trágicas, Manuel Bescos, Alberto Rabadá y Ángel López “Cintero” conseguirían con un vivac y dos intentos anteriores la primera escalada al Puro, una aguja de 180 mts que se separa del Pisón en forma de vertiginoso apéndice. Fue toda una prueba de tenacidad y valor de gran mérito deportivo. El Puro fue la última cima importante por subir de los Mallos. Su escalada es espléndida, variada y muy interesante, una de las mejores de Riglos.
Desgraciadamente, Manuel Bescos fallecería en accidente un mes más tarde de la conquista del Puro, cuando descendía en rapel del Pisón. Las circunstancias de la primera escalada al Puro y sus trágicas tentativas han sido llevadas al cine en la película “Montañas de Ayer”, dirigida en 1998 por Guillermo Campos y Jesús Bosque y galardonada con varios premios cinematográficos internacionales.